Las aguas de captación puede provenir de distintas fuentes como ríos, pozos o mares. Esas fuentes de agua pueden contener diversos contaminantes, como microorganismos patógenos, elevada turbidez y sólidos en suspensión, que pueden afectar a procesos industriales o de potabilización. La filtración ayuda a eliminar estos contaminantes y a garantizar que el agua sea segura para su uso.
En los procesos industriales, el uso de agua sin filtrar puede afectar la calidad del producto final. Las partículas y los contaminantes presentes en el agua pueden alterar las propiedades físico-químicas del producto.
Por tanto, la filtración es esencial en el tratamiento de aguas de captación, ya que ayuda a eliminar contaminantes, evitar obstrucciones en tuberías y equipos, reducir la pérdida de eficiencia y garantizar la calidad del producto final.
Captación abierta
Sistema de filtración doble etapa: etapa 1 tecnología de malla, etapa 2 tecnología de discos. Diseñado para captación de agua dulce, salobre o de mar, con alta cantidad de solidos en suspensión, algas y materia orgánica.
Captación cerrada
Sistema de filtración de discos, diseñado para captación de agua de pozo o prefiltrada con solidos en suspensión de pequeño tamaño (< 200 micrias)