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REUTILIZACIÓN DEL AGUA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
El concepto de reutilización de las aguas implica volver a utilizarlas en la misma actividad en la que fueron empleadas o en una actividad diferente.
La escasez actual, unida al alto coste de suministro y vertido de agua, está forzando a las industrias a aprovechar al máximo el agua de sus procesos, haciendo que la reutilización de las aguas en el sector industrial sea una práctica cada vez más extendida.
¿POR QUÉ REUTILIZAR LAS AGUAS DE PROCESO?
Entre los beneficios que aporta la reutilización de las aguas de proceso a las industrias, destacan la reducción de la huella hídrica, ahorro económico y la menor generación de aguas residuales.
Además, es importante destacar que la reutilización permite garantizar la disponibilidad de agua ante limitaciones y problemas en su suministro, disponiéndose de una fuente alternativa para el agua de proceso que promueve una economía circular.
- Disminución del consumo de agua y reactivos químicos
Reutilizar las aguas de proceso conlleva una disminución del consumo de agua de aporte y de los reactivos químicos empleados en el proceso, como refrigerantes, oxidantes o desinfectantes.
Puesto que el agua de aporte no presenta un contenido residual de químico, al contrario que sucede con el agua reutilizada, conforme se reduce el aporte de agua al proceso, disminuye la cantidad de químico necesaria para mantener su concentración constante.
- Disminución de la cantidad de aguas residuales generadas
Las aguas de proceso reutilizadas son aguas que no se dirigen hacia la EDARI (Estación Depuradora de Aguas Residuales Industriales) y que, por tanto, no son consideradas ni tratadas como aguas residuales.
Reutilizar las aguas de proceso, permite no saturar la EDARI, y a su vez:
- Aumenta el rendimiento de depuración, ayudando a la depuradora a no exceder la carga de diseño.
- Aumenta la capacidad de producción industrial con la misma EDARI.
- Reduce el importe del canon de control de vertidos.
IMPORTANCIA DE LA TECNOLOGÍA APLICADA EN LAS AGUAS DE PROCESO
Para una industria es clave conocer qué necesidades de reutilización requiere su agua. Esas necesidades las determinará la aplicación en la que vamos a utilizar el agua.
Por ejemplo, si queremos reutilizar aguas de proceso en sistemas auxiliares como circuitos de refrigeración y calderas, será fundamental eliminar los sólidos suspendidos y la turbidez del agua, y estudiar si es necesario bajar la conductividad.
Para procesos en los que se busca reutilizar un agua para protección de boquillas, pulverizadores o baldeo para limpieza, será fundamental enfocar la filtración en eliminar partículas superiores al tamaño de la boquilla, evitando que pueda ser obstruida.
Otros procesos que permiten reutilizar el agua son los lavados de maquinaria industrial, sistemas de limpieza o bañeras de lavado de industrias agroalimentarias. En ambos procesos, podemos conseguir un agua clarificada mediante una doble filtración, con etapa de sólidos más gruesos y una segunda etapa de sólidos finos.
Otro ejemplo es la industria química, que puede reducir hasta un 30% el consumo de agua de red y de vertido, empleando agua reutilizada en procesos de enfriamiento, dilución y limpieza, consiguiendo una disminución de costes y un ahorro notable de agua.
SOLUCIONES AZUD PARA REUTILIZAR LAS AGUAS DE PROCESO
Desde AZUD somos conscientes del gran consumo de agua que tienen multitud de procesos industriales y queremos ofrecer soluciones que garanticen su correcta reutilización.
Los equipos de filtración de discos AZUD HELIX AUTOMATIC AA, con su doble efecto de filtración en superficie y en profundidad, permiten eliminar las partículas orgánicas e inorgánicas en suspensión contenidas en las aguas de proceso por debajo del grado de filtrado, garantizando así su ausencia en las aguas reutilizadas.
Destacando por su fiabilidad, garantizan un suministro ininterrumpido de agua filtrada gracias al lavado secuencial de cada elemento filtrante.
Su sistema AA contribuye a reducir la huella hídrica al requerirse de solamente 10 litros de agua en el contralavado por cada elemento filtrante. Además, permite reducir la frecuencia de las operaciones de mantenimiento gracias a la efectividad con la que se realiza la limpieza.
